Van ganando.
El primer gol es fruto de algo tan antiguo como “enfrenta a tus enemigos y vencerás”
¿Somos tan estúpidos como para caer siempre en la misma trampa?
La respuesta es SI
Utilizando técnicas de secta barata disfrazadas de optimización productiva, escogen individuos carentes de personalidad pero de morfología trepadora y a base de machacarles lo buenos que son, acaban convenciéndoles de que el futuro de la Compañía está en sus manos. Con esto reúnen un grupo de élite que en las cárceles son conocidos como “presos de confianza” y en la India colonial se les denominaba de una forma que no queremos reproducir porque las comparaciones son odiosas.
Este es el panorama que tenemos en estos momentos. Personas que denuncian a sus propios compañeros, realizando una labor policial que deja las manos limpias a los profesionales del “palo y tentetieso”. A todos menos a uno que se está erigiendo en “gran inquisidor” con varias muescas en su bastón. Parece que no le gusta demasiado andar por el taller y quiere postularse para el puesto de director de RRHH (lo llevas crudo chavalín).
El caso más reciente es especialmente doloroso. Un ex miembro del Comité de Empresa denunciando a un compañero en un incomprensible alarde de responsabilidad empresarial. ¿Qué podemos esperar de una persona que hoy dice defender a la clase trabajadora y mañana se dedica a machacarla? Este es el perfil deseado por la clase empresarial. Por supuesto que el destinatario de esta última denuncia ha sido el “gran inquisidor” (aunque si os fijáis, tampoco es tan grande).
TRIko LABeko Sail Sindikala 